La lealtad no es eterna

Luego del revuelo, vino la tristeza. No lo podía creer. ¿Cómo le había podido hacer eso? Él había sido su persona de confianza por tantos años, su mano derecha. Le tenía confiada hasta la vida misma. ¿Por qué lo traicionó? Simplemente no lo entendía.

Por más de 20 años fue su mano derecha, pero se había aliado con sus enemigos. Todo el tiempo lo tuvo todo, siempre lo había favorecido. ¿Por qué le estaba pagando de esta manera?

Al final solo quería no volverlo a ver jamás. Y aunque los planes en su contra no habían funcionado, no dejaba de sentir el dolor por la traición. No dejaba de preguntarse cómo pudo traicionarlo así.

Del otro lado, derrotado, estaba quien se había revelado. Él también estaba muy herido. En su cabeza también rondaban muchos pensamientos. Había pasado 20 años a su fiel servicio, aguantado muchas cosas y esperando siempre que se le retribuyera como lo merecía, pero nunca fue así. Había hecho todo lo que se le pedía y hasta lo había encubierto para que no se metiera en problemas. E incluso, cuando lo había desobedecido, era pensando en lo mejor para todos porque su amo a veces no pensaba claro a causa de sus emociones. Por mucho tiempo había esperado, pero el momento nunca llego. ¿Qué más podía haber hecho? Se remordía por no haberlo hecho antes. Había tenido otras oportunidades y ni siquiera lo consideró, por haberle sido leal a alguien que ni lo merecía.

Te podrás dar cuenta de que todos tienen un mundo diferente en su cabeza. Todos, de diferente forma, valoran lo que entregan y reciben. Casi todas las personas suelen ser leales a ellas mismas y, hasta cuando son leales a alguien más, también están pensando implícitamente que es la mejor decisión para su propia vida.

Pero en cuanto eso cambia —o sea, cuando serle leal a otra persona ya no es lo mejor para su propia vida—, la lealtad se acaba. Por eso suele ser muy común que en las empresas, así como en la vida personal, quien te “traiciona” suele ser una de las personas que durante más años había estado a tu lado.

¿Esto debería prevenirte para que levantes barreras a tu alrededor y te vuelvas desconfiado? Claro que no. Solo recuerda que el mundo no se debe a ti y que todos velan por su propio camino, así como tú lo haces también.

Si quieres complementar este mensaje lee: Por los frutos que das te conocerán

¡Nos leemos!

Omar

9 comentarios de “La lealtad no es eterna”

  1. Omar, yo trabaje en una posición de confianza por 10 años, siendo la mano derecha siempre bien retribuido. Decidir aventurarme en mi camino y precisamente fui el «traidor, mal agradecido» de la película. En momentos hasta me lo creí, pero luego alguien me dijo tu trabajaste, diste la milla extra siempre y ellos te recompensaron. Ninguna de las partes, en perspectiva de esta persona podía enojarse, pues ambas partes habían sido servidas durante la relación. Abrazo!

    1. Así es. La “traición” y la “lealtad” se vuelven temas subjetivos, muchas veces manipulados por el resentimiento generado por perder algo apreciado. Al final, lo importante es actuar conforme nuestros valores. Esa es nuestra mejor brújula 🧭

  2. Hola Omar, me tras un mal recuerdo! Pero sabes que únicamente debemos ser leal a nuestro Padre Eterno y poner nuestro trabajo en sus manos, para no caer en que debemos ser leales al hombre, ya que Él todo lo mueve y debemos pedirle sabiduría, diligencia, etc. Si esto lo aplicamos a nuestras vidas, ninguno tanto como patrono como empleado, saldría lastimado! Bendiciones.

    1. Todos tenemos malos recuerdos y aún con eso no es para que cambiemos. Sino para uno ser diferente, debemos siempre guardar nuestro corazón no ser más maliciosos. Bendiciones 🙏🏼

  3. Gracias Omar por recordarnos algo a quienes ya lo hemos vivido y q a pesar de nuestras edades nos ha costado aprenderlo pero particularmente sigo creyendo en el prójimo y pidiéndole a Dios no volverme a equivocar bendiciones.

    1. Así es, no es para desconfiar. Es simplemente una realidad y uno siempre debe actuar bien. Porque lo que uno siembra, cosecha.

  4. A mi me paso, yo confié y le di mi lealtad a ciertas personas en mi trabajo y después de que hubieron cambios de posiciones y reestructuración, empecé a ver más allá y hablar con otras personas y me di cuenta que en quienes pensé que podía confiar resultaron ser personas aprovechadas, mentirosas y que solo te tienen cerca para utilizarte, pero realmente solo velaban para ellos mismos y siguen dando beneficios a quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa que requiere no tener principios, valores, Ética y obviamente lealtad.

    1. Y la solución no es no dejar de creer en las personas, solo no estar dormido en que creas que te serán leales siempre porque un día les apoyaste. Ahora, uno, uno debe ser leal a sus principios y valores, siempre.

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