Recientemente tuve la oportunidad de enseñarle a andar en bicicleta a un niño que es como un sobrino para mí. Él tiene 14 años. Cuando me enteré de que él no sabía manejar bicicleta algo me motivó. No era que no supiera manejar bicicleta, sino la forma en que me lo dijo, sin decirlo. Era como si pensara que ya nunca iba a aprender porque ya era muy grande para eso.
Así que me comprometí a enseñarle y como pasó unos días en mi casa fue la oportunidad perfecta. Creo que mis sospechas tenían fundamento: él tenía mucho miedo de aprender. Intentaba renunciar muy rápido, casi sin haberlo intentado, pero qué bueno que tengo un carácter fuerte, porque no se lo permití, y creo que me tuvo un poco más de miedo a mí que a caerse.
No te haré larga la historia. Al final aprendió a manejar bicicleta. Ojalá hubieras visto su cara cuando lo hizo solo por primera vez. Se sentía libre, pero lo mejor de todo es que ¡le tomó menos de dos horas! Ponte a pensar que pasó toda su vida a menos de dos horas de aprender a manejar una bicicleta.
Esa era la lección que yo quería que él aprendiera y lo hice reflexionar cuando lo logró. Le hice ver que todo podía estar a su alcance, que estaba prohibido pensar que no era bueno para algo o que no podría conseguir lo que se propusiera. Que mucho de lo que él podía desear en la vida estaba a solo dos horas de distancia.
Y TÚ, ¿QUÉ TIENES A DOS HORAS?
¿Qué sueños tienes? Todo puede estar a tu alcance, pero necesitas esforzarte. Ciertamente no vas a poder lograr nada si no lo intentas. Debes que estar dispuesto(a) a caerte y golpearte para alcanzar lo que deseas. Y si bien es cierto que habrá algunos golpes que dolerán, créeme que de poco importarán una vez alcances lo que deseas.
¿Sabes cuánto tiempo pierden las personas viendo televisión, las redes sociales o jugando videojuegos? Tenía un amigo que me invitó a jugar un juego que en su oportunidad fue muy famoso: se llamaba Warcraft. Casi lo empecé a jugar hasta que me dijo que él llevaba 300 horas jugándolo. ¡300 horas! No me podía dar el lujo de perder mi tiempo de esa manera, así que nunca toque el juego.
Regresando a la historia de José (así se llama el niño), ciertamente no domina la bicicleta aún, pero ya la puede manejar. ahora dependerá de él qué tan hábil se quiera volver en ella. Lo bueno es que ya no piensa que no podrá, sabe que solo necesita dedicación y práctica para ser mejor; no solo con la bicicleta, sino con lo que se proponga en la vida.
Un mensaje muy importante para complementar este que acabas de leer es el siguiente, no lo dejes de leer: No ganas hoy: ganaste hace 10 mil horas
¡Nos leemos la otra semana!
Omar
Me encantó Omar gracias por compartir muy valiosa reflexión para evitar la procrastinación y entrarle a los pendientes.
Saludos
Que bueno que haya aportado algo a tu vida.
Muchas gracias omar por meterme en la historia y en la leccion para que asi con nuestra anecdota podamos ayudar a superarse a alguien si mismo para triunfar y dar madurez y sabiduria a quien no lo sabia o quien no se ha puesto a pensar en ello y ayudar a mas gente, y gracias por enseñarme a manejar bicicleta.
Se oye fácil dominar el miedo a fracasar, pero es complicado, pero una vez que lo intentas hasta lograr tu objetivo, pasas a pensar: tan fácil que era, como no lo intenté antes, recibes golpes físicos, sentimentales ó mentales, y dices no son tan duros como me pude imaginar, así que: INTÉNTALO, conozco mucho menos gente que se arrepiente de haberlo intentado que de no haberlo intentado nunca. ¡¡¡¡¡¡ANIMO!!!!!!
Es increíble como muchas veces es más poderoso el temor que ni si quiera nos permite empezar y cuando tomamos valor muchas veces es más rápido y sencillo de lo que pensamos, pero si nunca lo hacemos nos condenamos a pensar que nunca podremos lograrlo.
Excelente mensaje!
¡Totalmente de acuerdo!
El tiempo no pasa en vano, y no regresa.