La Comunicación – PARTE I ¡Habla!

Te quiero hablar de algo que puede ser una de tus mayores fortalezas en tu vida o una de tus mayores debilidades, y es el saber comunicarse. De esto puedo escribir un libro entero, pero por el momento te daré este consejo que desarrollo más adelante.

En una comunicación siempre existe quien habla y quien escucha, este mensaje lo voy a dar en dos partes, la primera es sobre el hablar, y la segunda la publicaré dentro de algunos días será sobre escuchar.

Si ya has leído algún otro de mis mensajes, te darás cuenta que no son largos, porque soy de la idea que prefiero transmitir bien una sola idea, que intentar transmitir conceptos completos que sean muy engorrosos o que no tengas tiempo de leer por la cantidad de información que te intente dar.

Dependiendo como nos comuniquemos, podemos construir o destruir, pero también la ausencia de comunicación puede hacer mucho daño, y en esto es que me quiero enfocar hoy.

He conocido a muchas personas que no logran resolver sus problemas, no logran conseguir lo que anhelan, pierden oportunidades, fallan en sus asignaciones… solo por el simple hecho de que no hablan.

Si te hablará de relaciones personales, tal vez consideraría que el mayor problema es el que no dicen lo que sienten a su pareja, papás, hijos, hermanos… «porque deberían de saber», pero es que Dios nos diseñó para poder comunicarnos, no para leer mentes. No crees que si tal vez realmente supieran lo que tu piensas, lo que tu sientes, lo que a ti te afecta, ¿no dejarían de hacerlo? Al menos algo te puedo asegurar yo, sino se lo dices, nunca podrás saber.

Toma en cuenta que a diferencia de los animales, nosotros tenemos consciencia de nosotros, de nuestros actos y nuestros sentimientos. Si algo no te gusta: ¡dilo!. Te sorprenderás que muchas veces esa apatía, esas ganas de no cambiar, esas desconsideraciones… estaban más en tu cabeza que en la persona que te molestaba. ¿Y si algo te gusta? Dilo también, así también pueden conocerte bien y saber como te pueden agradar.

En la vida laboral no es muy distinto. Generalmente consideras que deberían saber cuánto añorabas esa oportunidad, cómo es que no te sentías apoyado, cómo es que tal situación tú la considerabas tan injusta, etcétera, pero nuevamente, ¿cómo puedes estar seguro que lo saben si nunca se los dices? ¿Cómo se puede resolver un problema que no se conoce?

Laboralmente también afecta mucho que a las personas les da vergüenza preguntar cuando no entienden algo o ven oportunidades y soluciones que nunca trasmiten por simplemente no hablar o «porque les da pena» y en el caso de las personas que tienen posiciones de liderazgo, muchas veces ni comunican adecuadamente que esperan de su equipo, porque «deberían saber», pero ¿cómo puedes quedar bien si no entiendes con precisión lo que la gente espera de ti? ¿Si tu gente no sabe lo que tu esperas de ellos? ¿cómo puedes sobresalir si nunca comunicas las ideas que tienes en tu cabeza?

Fallamos en algo tan sencillo como hablar, en transmitir lo que sentimos, ¿cómo nos pueden entender entonces? A veces las personas están esperando que las personas a su alrededor sean adivinos o lectores de mente, por el simple hecho de que deberían saber, entender, conocer… pero te quiero reconfirmar, no lo son, ni lo saben, hasta que alguien se los dice.

Cuándo mi hijo tenía alrededor de 3 años nos explicaban en su colegio que era una época difícil muchas veces porque no sabían siempre identificar sus emociones y entonces con mi esposa estuvimos muy pendientes de eso y era impresionante como podíamos tratar un mal humor, un llanto, una mala actitud, un berrinche, con el simple hecho de identificar la emoción, pero más importante fue como él cambiaba cuando la lograba identificar y comunicar lo que realmente le pasaba, a partir de ahí, todo cambiaba, ya que sabía que se sentiría mejor una vez durmiera, una vez comiera, una vez se pudiera reconocer y tratar lo que le molestaba.

Creo que a veces a nosotros aún nos pasa eso, debemos ver dentro de nosotros y reconocer nuestras emociones, para luego poderlas expresar apropiadamente, el solo hecho de poderlo decir es como una válvula de escape, no esperes que el vaso se llene, después se derramará con cualquier gota que le caiga, todos tenemos nuestra capacidad, no llegues a tus límites, por eso ves muchas personas que estallan, relaciones que se arruinan por tonterías, pero no fue esa tontería la que hizo que la gente estallará, fue el cúmulo de muchas que nunca se dijeron, nunca se liberaron, sino se fueron guardando hasta que la persona no pudo más. NO dejes que eso te pase a ti, ¡habla! Incluso si vieras que aún así no reaccionan, te ayuda entonces a poder tomar la decisión que debas, pero con paz en el corazón.

Por último, te dejo la historia de la Torre de Babel con una pequeña reflexión al final, una historia de hace miles de años, para que veas el poder de la comunicación:

La torre de Babel
Hubo un tiempo en que todos los habitantes del mundo hablaban el mismo idioma y usaban las mismas palabras.  Al emigrar hacia el oriente, encontraron una llanura en la tierra de Babilonia y se establecieron allí.

Comenzaron a decirse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y endurecerlos con fuego». (En esa región, se usaban ladrillos en lugar de piedra y la brea se usaba como mezcla).  Entonces dijeron: «Vamos, construyamos una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo».

Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, y dijo: «¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible! Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros».

De esa manera, el Señor los dispersó por todo el mundo, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso la ciudad se llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió a la gente con distintos idiomas. Así los dispersó por todo el mundo.

Nadie los podía detener porque hablaban el mismo idioma, y al decir usaban las mismas palabras es que se entendían entre ellos, eso les creaba unidad (alineación), a tal punto que el mismo Dios la forma que tuvo para poderlos detener (el porqué no es tema de este mensaje) fue crear los lenguajes, inmediatamente no pudieron seguir con su propósito, ya no se entendían. Mismos hombres, mismas capacidades, pero sin poderse comunicar y entender no se logra nada.

P.D. Tú consideras que si te sabes comunicar, que dices las cosas, pero que la gente no te entiende o no hace lo mismo contigo, que les dices que te hablen y no lo hacen, si es tu caso, no te dejes de leer la segunda parte, sobre Escuchar. Si no escuchas, la gente deja de hablar.

11 comentarios de “La Comunicación – PARTE I ¡Habla!”

  1. Excelente mensaje, si no aprendemos a decir lo que nos agrada o molesta no podemos esperar que las demás personas lo sepan.

  2. Excelente Omar, felicitaciones, es un tema vital no solo en las organizaciones empresariales sino en nuestra vida diaria, muy buen mensaje.

    1. Me alegra que haya sumado en tu vida. No me dejes de leer, estaré publicando semanalmente. Espero sumar en tu vida y en la de todas las personas a las que les compartas estos mensajes.

  3. Súper Omar! Gracias por compartir este texto, lo hace a uno reflexionar sobre nuestra poca o a veces nula comunicación efectiva para siempre mejorarla! La práctica hace al maestro, así que a Hablar se ha dicho!! ???

    1. Hola, ¿has sentido mejoría en está área de tu vida a raíz de lo publicado?

      No me dejes de leer, estaré publicando semanalmente.

  4. En el departamento hablábamos de la cualidad de la comunicación y agregando al tema puedo decir que, es tan importante comunicarse pero también solicitar ese feedback del receptor del mensaje, para reducir el margen de error de lo que solicitamos; con preguntas fáciles como: qué me entendiste? A dónde dije que debes ir? En cuánto tiempo te dije que lo necesito? Repetí lo que dije!, por ejemplo.

    1. Fallamos en cosas tan sencillas en las relaciones con los demás, y tenemos un potencial tan grande cuando entendemos que nuestra fuerza está en los demás, y lo primero que debemos hacer es podernos comunicar adecuadamente.

  5. Mensajes precisos en momentos oportunos. La asertividad en la comunicación es clave para trasladar nuestros sentimientos y pensamientos, y hablar en el momento preciso es parte de ello. Excelente mensaje!

  6. Bien omar. Me gusta el ejemplo de tu hijo. Hay tanto que se puede aprender de los niños y con ellos.
    Con la empresa que se está creciendo, no hay algo más clave que comunicación clara.
    Saludos.

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