No hace mucho tiempo en un país vivía un hombre joven con muchas ganas de crecer y obtener grandes logros. Era un asiduo buscador de conocimiento y quería entender la vida. Tenía muchos sueños y se puso muchas metas. Trabajaba mucho y al mismo tiempo intentaba disfrutar su vida, y lo hacía bien.
Conforme crecía en conocimiento e iba entendiéndolo todo un poco más, también iba desapareciendo su inspiración. Cada vez era más difícil seguir soñando igual. Ya no le importaba tanto lo que antes le servía como señuelo, por lo que ya no tenía tantas ganas de correr hacía ello.
Entendió que igual todo pasaría, así que ¿cuál era el punto de alcanzar metas si al final todo eso tarde o temprano sería olvidado? Entendió que no hay nada nuevo realmente, entonces ¿para qué querer descubrir lo ya descubierto? Ser feliz no requería mucho, así que ¿por qué esforzarse tanto? Cada día la inspiración iba disminuyendo y empezó a ocuparse de un día a la vez.
Sin embargo, también le preocupaba un poco ya no sentir la inspiración que antes lo movía y aunque a veces pensaba que sería bueno regresar al ritmo de vida que tenía antes, pronto se preguntaba de nuevo cuál sería el punto, si a fin de cuentas todo acabaría. Se sentía muy confundido por veces.
LA INSPIRACIÓN IBA DESAPARECIENDO
Después de un tiempo que fue definitivo, se le acabó toda la inspiración. Por suerte, tenía un buen mentor a quien le contó lo que le pasaba y este, como en muchas otras ocasiones, le cambió la forma de ver la vida. Después de una charla regresó a su antiguo camino lleno de propósitos.
Frecuentemente recordaba lo que le había enseñado su mentor aquel día: “No siempre necesitas estar inspirado”. La inspiración es importante principalmente para definir el camino que uno desea tomar en la vida, para decidir el destino al que uno quiere llegar. Es importante poder vivir con pasión porque eso nos llena de energía cada día, pero también es necesario entender que no siempre estará ahí. Es ahí donde necesitamos la disciplina.
No se trata de hacer lo que no te guste y mucho menos lo que detestes, pero si quieres alcanzar tus metas sabes lo que debes hacer y no siempre será solamente lo que te entretiene. Muchas veces serán cosas difíciles pero que solo haciéndolas podrás avanzar.
La disciplina provocará que continúes aun cuando no tengas ganas porque para entonces ya sabrás lo debes hacer para alcanzar tus metas.
Si quieres complementar este mensaje, te hará bien leer este otro: Cuando la pasión falla
¡Nos leemos pronto!
Omar
Excelente las metas solo se alcanzan con disciplina bendiciones.
Me gusto mucho, Es una buena forma de ver las cosas desde otro punto de vista. Además para poder aprovechar las oportunidades, porque si la tienes es porque vieron algo en ti. Atentamente Marsella.